sábado, 4 de enero de 2014

Un estilo de vida saludable para una mejor calidad de vida.

Hay muchas maneras en las que usted puede modificar la dieta y el estilo de vida para lograr beneficios a largo plazo para mejorar tanto su salud actual como su esperanza de vida. Comience por hacer algunos pequeños ajustes en su vida con el fin de lograr beneficios. 
¡No es tan difícil!

1. SIGA UNA DIETA SALUDABLE.

Mejores hábitos alimenticios pueden ayudar a estar más sano y reducir el riesgo de enfermedades del corazón. Una dieta saludable significa que puede elegir alimentos más saludables de comer y de preparar y cocinar los alimentos de una manera más saludable. 



A diario ingerir una amplia variedad de alimentos que pertenecen a todos los grupos de alimentos.
 
Identificar algunos de los alimentos saludables que te gusta y comer más a menudo. Rico en vitaminas, minerales y fibra, como verduras, frutas, productos lácteos enteros y magra sin calorías o los alimentos se les aconseja .



Trate de ser sensible con respecto a cocinar y comer alimentos ricos en grasas. Coma menos alta en "malos" alimentos ricos en colesterol. Coma pescado por lo menos dos veces a la semana. La ingesta de pescado azul contiene ácidos grasos omega 3 (por ejemplo, el salmón, la trucha y el arenque) puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedad arterial coronaria.


Al contrario evite tomar bollería industrial o alimentos con elevados indices de grasas saturadas.

2. TENGA EN CUENTA SU PESO.


El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo para enfermedades del corazón que se pueden modificar por sus propios medios. Mantener un peso normal o disminuir el exceso de peso ayuda a mantener el corazón sano.



Si usted nota un aumento de peso, tomar iniciativas para perder peso de forma saludable y mantener su normal de peso a largo plazo. 


Tenga en cuenta el tipo y la cantidad de alimentos que come, cuando come fuera o en casa. 


Limite el consumo de alimentos y bebidas ricos en calorías pero bajos en nutrientes y limitar la cantidad de grasas saturadas, grasas trans, colesterol y sodio que consume.



Identificar la cantidad de calorías que usted puede comer y beber para mantener el peso. Equilibrar el número de calorías diarias que consume con el nivel de actividad física y quemar al menos tantas calorías como usted ingiera.  Es recomendable que ponga en manos de expertos en esta materia para conseguir los objetivos propuestos tanto nutricionistas como especialistas en programación y periodización del entrenamiento.

3. REALICE ACTIVIDAD FÍSICA.


La inactividad física es otro factor de riesgo. La actividad física regular puede ayudar a mantener el peso, para no recuperar el peso que han perdido y lograr un buen estado físico y cardiovascular.


 Las actividades comunes como la natación, el ciclismo, correr, caminar y muchas otras actividades también pueden apoyar la salud de su corazón.


 Trate de aumentar gradualmente sus niveles de actividad física durante 30 minutos casi todos los días de la semana. Se demostró que al menos 30 minutos de actividad moderada en la mayoría de los días de la semana reducen el riesgo de enfermedades del corazón. El más recomendable es por lo menos 30 minutos todos los días. 



4. DESCANSE CORRECTAMENTE.

Un esfuerzo intenso y regular sin un adecuado reposo provoca en el organismo una bajada de rendimiento y tiene asociada ciertas perturbaciones como es la falta de sueño, perdida de apetito, y mayor probabilidad d sufrir lesiones. Es por ello que es recomendable dormir aproximadamente 8 horas. Y si somos de aquellas personas que necesitamos dormir la siesta, que esta no supere los 30 minutos. Estudios han demostrado que la la duración de la siesta ideal es próxima a los 10 min. 


5. HIDRATESE.

Beber frecuentemente agua, aunque no tengamos sed en épocas calurosas y después de esfuerzos físicos, ya que nuestro cuerpo esta compuesto por alrededor de un 70% d agua.
Recuerde que el valor recomendable de ingesta de líquidos a lo lardo del día debe ser próxima a los 2 litros.

6. HIGIENE.

Los hábitos de higiene que se crean tienen una importancia extrema y están íntimamente relacionados con la salud.
Después de una actividad deportiva es muy importante tomar una ducha o un baño, no solo por el olor que podemos desprender sino también porque esta ducha eliminara los productos de sudoración y posibilita que la piel y sus componentes continúen con su función protectora.


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